El cielo había amanecido totalmente despejado, con unas temperaturas suaves para ser invierno, a si
que decidí sacar de paseo la cámara por samil.
Me propuse a probar un poco de fotos en movimiento, jugando también con las luces de la puesta de sol que se avecinaba conforme pasaba la tarde.
También realicé una sesión de fotos a algunas de las mascotas de las personas que paseaban por el lugar, que estuvieron muy agradecidas. Como este lindo cachorrito llevando un palo que pesaba más que él. Aquí os dejo algunas de las fotos de las mascotas:
Con la puesta de sol que anunciaba que al día siguiente haría también un día maravilloso.
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